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Reputación Empresarial: ¿qué debo saber sobre el tema?

Reputación Empresarial: Que debo saber sobre el tema

Tomando como base la definición del diccionario, la palabra reputación significa una “opinión, prestigio o estima en que son tenidos alguien o algo”.  Cuando partimos del contexto de competitividad que existe en el mundo empresarial y de la lucha por sobrevivir en el mercado, dicho contexto se hace extremadamente relevante.

Vivenciamos un momento en el que el diálogo entre los consumidores y las informaciones compartidas son intensas, las opiniones son fuertes y las discusiones acaloradas, de manera que cada emprendimiento debe preocuparse por mantener una reputación intachable, invirtiendo en el mantenimiento y construcción de una buena imagen a través de sistemas de comunicación.

Los expertos en comunicación alrededor del mundo consideran la reputación empresarial como una de las principales preocupaciones que el empresario del siglo XXI debe tener. Ellos indican que la inversión en reputación digital actualmente no es solo justificable, sino necesaria, ya que significa obtener ventaja competitiva ante el mercado.

Lo que los empresarios alrededor del mundo se preguntan, entonces, es ¿cuánto debo invertir para mantener mi reputación dentro de los patrones adecuados? No obstante, estos datos todavía no están disponibles, ya que esta es una preocupación relativamente nueva en el mercado. Aun así, los emprendimientos de éxitos han direccionado una fracción de sus presupuestos de comunicación y marketing para la construcción de la reputación empresarial.  

Estudios indican que la opinión del consumidor es esencial para el éxito del negocio y debe ser atentamente monitoreada, dado que la comunicación institucional es la responsable de la reputación de la empresa frente al mercado.

Es muy importante que las empresas cuiden su imagen institucional, puesto que esta es la impresión inconsciente que una persona tiene sobre una marca o emprendimiento. Entretanto, para trabajar tal imagen institucional, es necesario cierto nivel de exposición y saber valorar hasta dónde tal exposición puede ser benéfica.

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El reconocimiento de la reputación empresarial es determinante para el éxito de una marca o empresa, y debe ser tratado como asunto primario en sus prioridades, ya que la reputación representa un poderoso diferencial competitivo en la disputa por los consumidores.

Una investigación hecha en 2011 nos arrojó que el 15% de la población ha confirmado tener en cuenta la reputación del fabricante en la toma de decisión de una compra.

A partir de la observación del posicionamiento de algunas marcas es posible identificar que cuando un consumidor hace una compra, no solo adquiere el producto, sino que compra el concepto por detrás de la marca. Cuando compramos algo, miramos más allá del precio, buscamos información sobre el producto, si la empresa tiene una buena reputación en sostenibilidad en sus métodos de producción, lo que dicen sobre la marca y datos sobre el producto en sí – todo eso constituye la reputación empresarial.

De la misma manera que los individuos, las marcas y empresas también tienen una reputación que puede ser mala o buena – dependiendo de la relación establecida con los consumidores y de la imagen que la empresa proyecta de sí misma al mercado. Hay que construir su reputación y mantenerla bajo control para mitigar y prevenir cualquier daño que le pueda surgir.

¿Qué es reputación empresarial?

Cuando tratamos sobre el tema de la reputación empresarial, o reputación corporativa, nuestra primera asociación es con la imagen que se visualiza de una organización para el mercado y sus consumidores. De hecho, su imagen forma parte de la reputación, pero el tema es un poco más complejo.

La reputación de una marca va más allá de su propia imagen. Las empresas construyen su reputación a través de acciones que forman la percepción del público– tanto empleados, como inversores, proveedores, hasta el consumidor final. 

¿Porque la reputación es tan importante para una empresa?

Tener una buena reputación es esencial para el éxito de un negocio, especialmente a largo plazo, ya que por muy bueno que sea un equipo de marketing, por más campañas que haga, ninguna empresa sobrevive si tiene una mala relación con su público. Es muy importante que el consumidor tenga confianza en la marca que consume.

Tal reputación no se trata solamente de la comunicación organizacional de las compañías, sino también de su gestión estratégica empresarial. Eso significa que a partir del concepto que el público tenga sobre una marca, se pueden trazar objetivos más precisos para la compañía, y también, contar con el engagement del público para el crecimiento del negocio – y todo eso depende de la reputación de la empresa. 

La reputación de una empresa también puede ser responsable de la mayor o menor participación del público en sus acciones, ya que está directamente relacionada con el engagement. Tener una buena reputación puede significar frente al público que la empresa de hecho está comprometida con sus valores, y tal relación de confianza es lo que avala más inversores y más consumidores.

Otro punto importante de la reputación empresarial es la gestión de crisis, puesto que una marca con mala reputación tiende a hundirse todavía más en estos momentos. En contrapartida, cuanto mejor sea la reputación de una empresa, más rápidamente se recuperará.

¿Cómo controlar la reputación empresarial en el mercado?

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Es muy importante tener claro que toda empresa, independiente de su tamaño, posee una imagen y reputación asociada a ella, aunque no la gestione. Con lo cual, la idea es que la empresa pueda construir su imagen por sí misma.

Seleccionamos algunas actitudes importantes en la gestión de imagen y reputación empresarial:

  • Invertir en relaciones públicas: en el mercado de trabajo, el personal especializado en cuidar la imagen y reputación empresarial es el profesional de Relaciones Públicas. Es muy importante que toda empresa tenga en su departamento de comunicación buenos profesionales de RRPP que dispongan de herramientas para construir la imagen de la compañía – estos expertos deben saber entender el mercado e identificar la visión que el público tiene de la empresa. Forma parte de sus deberes la mejoría de la imagen y la creación de un guion para momentos de crisis.
  • Adoptar una cultura de transparencia: el principal factor para construir una reputación intachable es la confianza del público en la empresa. De esa manera, la transparencia es el valor que debe estar directamente asociado a la imagen de la compañía – y eso no depende únicamente del equipo de comunicación, sino de la cultura empresarial en sí.
  • Engagement con los inversores: en el mundo empresarial, tener engagement con los inversores, o stakeholders, puede significar el éxito o el fracaso del negocio. Para que se desarrolle una buena reputación, es necesario que la empresa tenga una buena relación con este público y, para eso, el enganchamiento es esencial. La empresa debe ser empática frente a sus clientes y sus colaboradores comerciales para que se puedan fortificar los vínculos y su reputación.
  • Crear un equipo para tu marca: también conocida como “comunidad de marca” se trata de un equipo de personas dispuesto a defender tu marca en situaciones diferentes. Deben ser individuos ajenos a ella que se posicionen en favor de manera gratuita, y por eso son tan importantes – este equipo tiene que identificarse con el comportamiento de la marca. Para que se logre conseguir dichas personas hay que construir una buena relación con ellas, especialmente con la comunidad interna de la empresa. Eso porque los empleados son los primeros testimonios del funcionamiento de una empresa, con lo cual son los primeros a decir cosas buenas sobre esta. Mantener un buen trato entre empleados y empresa es un punto clave para conseguir una reputación intachable.

Es necesario que el posicionamiento de la marca sea auténtico y coherente con la cultura de la empresa, puesto que no es posible desarrollar una reputación de algo que la empresa no practique internamente.

Qué pasa cuando no cuidamos la reputación empresarial debidamente

Diversas empresas han pagado el precio de una mala gestión de reputación empresarial. No tratamos solamente de una mancha en su imagen, sino cuando la reputación está impregnada de tal manera que traiga una serie de consecuencias sobre las cuales la empresa tiene que actuar.

  • Empleados: el primer problema que surge cuando se tiene una mala reputación está dentro de la empresa, al final, ¿a qué empleados les gustaría trabajar en una empresa reconocidamente problemática? Además que, en contacto directo con problemas internos e ideales equivocados, la reputación tiende a empeorar progresivamente.
  • Inversores: cuando la reputación de una gran empresa está en niveles bajos, se disminuyen también las inversiones y el valor de sus acciones – eso es porque el valor comercial de la compañía y de los productos y servicios que ofrece está directamente conectado a la imagen que esta proyecta de sí para el mercado.
  • Colaboradores comerciales y proveedores: otra parte afectada por la mala reputación es la relación de la empresa con otras empresas – sean estas proveedoras o colaboradoras comerciales.  Es importante tener en cuenta las negociaciones empresariales para no asociarse a una compañía que tenga mala reputación. Así, el hecho de perder un asociado comercial es bastante probable cuando tratamos de una empresa que no gestiona adecuadamente su imagen de marca.
  • Consumidor final: finalmente, es obvio que los consumidores también afectan la empresa que tiene una mala reputación, ya que, si no hay confianza del cliente, este seguramente buscará el servicio o producto en la competencia. Diversas empresas ya entraron en quiebra por no saber gestionar su imagen frente al público final.

Por lo tanto, concluimos con la idea que venimos apuntando: resulta esencial que las empresas estén atentas a su reputación en el mercado porque, como hemos visto, esto influye decisivamente en el éxito empresarial frente a su público.